Para que una dieta sea completamente saludable debe cumplir varios requisitos no sólo debe tener en cuenta la distribución de las comidas y los tipos de alimentos, sino también la calidad de los mismos.
Esto se determina por diversos factores como el proceso de conservación, la fecha de vencimiento y la forma de cocción, entre otros.
Lo ideal es comprar diariamente productos frescos procedentes de cultivos orgánicos, que no han sido prácticamente procesados y poseen sus nutrientes intactos.
Sin embargo, en raras ocasiones puedes contar con este tipo de alimentos, sobre todo en las tiendas comerciales y los supermercados.
Debes tener en cuenta algunas pautas que te permiten sacar el máximo provecho de los alimentos que tienes a tu disposición:
Debemos considerar que un alimento elaborado puede parecerse mucho a uno fresco, sobre todo en su sabor, color y textura.
Sin embargo los efectos del envasado y procesado perjudican notablemente la calidad de sus nutrientes. Optar por lo natural no es un capricho, es la mejor manera de preservar tu salud.
Sin duda, lo más importante es saber qué contienen y qué no contienen los alimentos que puedes comprar. Aquí una lista de ellos:
– Las verduras enlatadas eliminan hasta un 35% de vitamina A, un 80% de vitamina E y un 20% de vitamina B6.
– Las frutas y verduras pueden perder más del 50% de su contenido de magnesio en el proceso de congelación.
– La elaboración del trigo puede reducir su cantidad de vitamina B5 hasta en un 60%. Y durante la molienda, lo cereales pierden hasta un 90% de folato.
– El proceso de curación de la carne reduce hasta en un 40% el contenido de vitamina B12. Por su parte, la carne congelada tiene 50% menos de riboflavina.
– Luego de 14 días, los alimentos congelados pueden perder hasta el 70% de vitamina E. Asimismo la vitamina B5 desaparece con la congelación.
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